¿Realmente merecen la pena?
La producción de piezas falsas a menudo, se ve como una acción sin consecuencias, después de todo, si alguien puede comprar una pieza igual que la original a un precio más barato, ¿cuál es el daño?
Desafortunadamente, si bien los componentes falsificados pueden tener el mismo aspecto, es altamente probable que la calidad sea muy diferente. En el mejor de los casos, podrías solo dañar tu vehículo; en el peor de los casos, las consecuencias de colocar una pieza sin una prueba de calidad podrían ser mucho peores. Imagina colocar unas «pastillas de freno» de dudosa reputación por ahorrar un poco de dinero, si estas fallan cuando circulas a 120 km/h por una carretera, ¿qué crees que puede pasar?
Montar en los vehículos repuestos falsificados es una práctica que conlleva graves riesgos para la seguridad vial y la integridad física de las personas. En este sentido, son varios los profesionales del rubro quienes mencionan la posibilidad de que «se produzca un accidente por el mal funcionamiento o la deficiencia de una de estas piezas” y que “los repuestos falsos no cumplen ni los requisitos técnicos, ni de funcionalidad, ni las especificaciones para los que fueron diseñados, lo que puede originar graves riesgos para la seguridad tanto de los conductores, como para los peatones”; sobre todo, cuando se trata de componentes clave para la seguridad, como piezas de impacto y colisión, elementos de fricción, neumáticos, componentes eléctricos, etc. Las consecuencias en caso de que se produzca un fallo repentino son menores con un componente original de fiabilidad probada.
¿Cómo se puede saber si el repuesto es pirata?
Uno de los grandes problemas de estos repuestos pirata radica en que muchos de ellos son indistinguibles de los originales; además son pocos los conductores que inspeccionan las piezas que se instalan en sus vehículos y de hacerlo, pocos serían capaces de distinguir una pieza original de una falsa. Por ello, una leve inspección visual permite detectar algunas incoherencias (errores tipográficos, traducciones extrañas, etiquetas sin nombre…).
Por este motivo siempre es aconsejable “comprar en tiendas establecidas” y sobre todo, evitar aquellas que venden piezas sin factura ni garantía, que llegan al mercado en su mayoría de forma ilegal y luego circulan libremente; también es aconsejable acudir a talleres de confianza y dejarse guiar por el mecánico profesional cuando se necesita realizar un cambio en alguna pieza de nuestro vehículo.
Por tanto, no seas complaciente si comprendes que la calidad de un componente afecta notoriamente al comportamiento de tu vehículo en general; recuerda el dicho…
“a veces, lo barato sale caro”